Creemos en el Ministerio presente del Espíritu Santo como persona divina de la Trinidad y agente del nuevo nacimiento, bautizando, sellando, santificando, enseñando y llenando al creyente para su servicio en el Reino de Dios.
Que en el mundo no creyente Él frena el mal hasta que el propósito de Dios se haya cumplido; que Él convence de pecado, de juicio y de justicia y que Él da testimonio de la verdad del Evangelio en la predicación. Creemos que
los dones del Espíritu Santo están vigentes para la iglesia de Jesucristo, de acuerdo con lo especificado en las Escrituras y nos oponemos radicalmente al abuso de éstos.
Génesis 1:2; Efesios 1:13-14: Juan 14:16-18; Mateo 1:18, 3:11; Efesios 5:18; Lucas 1:35; Hechos 5:3-4, 6:10; Juan 14:26, 15:26, 16:7-8,13; 1 Corintios 6:11, 12:1-11; 2 Tesalonicenses 2:7, 1 Corintios 12.